La Mañana por Paulina

    La sonda solar Parker descubre en Venus señal de radio de baja frecuencia

    El estudio de Venus, por inhóspito que sea, ayuda a los científicos a entender cómo han evolucionado planetas gemelos y qué hace que los planetas similares a la Tierra sean habitables o no.

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    La sonda espacial Parker de la NASA inició su viaje hace varios años para estudiar el Sol, y esa sigue siendo su misión principal. Sin embargo, la sonda solar también ha realizado viajes cercanos a los planetas interiores.

    Durante un vuelo cercano al planeta Venus en julio de 2020, la sonda solar Parker detectó algo extraño. Al descender a solo 833 kilómetros sobre la superficie de Venus, los instrumentos de la sonda registraron una señal natural de radio de baja frecuencia, un signo revelador de que Parker había atravesado la ionosfera, una capa de la atmósfera superior del planeta.

    Desentrañar cómo y por qué Venus y la Tierra son tan diferentes

    Esta fue la primera vez que un instrumento pudo registrar mediciones directas in situ de la atmósfera superior de Venus en casi tres décadas, y los datos registrados nos permiten comprender mejor cómo cambia Venus en respuesta a los cambios cíclicos del Sol.

    Un estudio publicado en el Geophysical Research Letters confirma ahora que la atmósfera superior de Venus experimenta cambios desconcertantes a lo largo de un ciclo solar, el ciclo de actividad de 11 años del Sol. Se trata de la última pista para desentrañar cómo y por qué Venus y la Tierra son tan diferentes.

    Nacidos de procesos similares, la Tierra y Venus son gemelos: ambos son rocosos y tienen un tamaño y una estructura similares. Pero sus caminos se separaron desde su nacimiento. Venus carece de campo magnético y su superficie arde a temperaturas lo suficientemente altas como para fundir el plomo. Como mucho, las naves espaciales solo han sobrevivido allí un par de horas, según informó la NASA.

    El estudio de Venus, aseguró también la NASA, por inhóspito que sea, ayuda a los científicos a entender cómo han evolucionado estos gemelos y qué hace que los planetas similares a la Tierra sean habitables o no.

    “Estaba muy emocionado por tener nuevos datos de Venus”, dijo el astrónomo Glyn Collinson, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA.

    Parker registra señal de radio

    Mientras Parker lleva a cabo su misión de estudiar el Sol en detalle, ha estado utilizando Venus para realizar maniobras de asistencia gravitatoria, es decir, lanzamientos alrededor del planeta para alterar la velocidad y la trayectoria. Fue en uno de estos sobrevuelos de asistencia gravitatoria cuando los instrumentos de la sonda registraron una señal de radio.

    Collinson, que ha trabajado en otras misiones planetarias, notó una extraña familiaridad que no podía situar en la forma de la señal. “Entonces, al día siguiente, me desperté”, dijo. “Y pensé: ‘¡Dios mío, sé lo que es esto!'”.

    Era el mismo tipo de señal que registró la sonda Galileo cuando rozó las ionosferas de las lunas de Júpiter, una capa de la atmósfera, que también se ve en la Tierra y Marte, donde la radiación solar ioniza los átomos, dando lugar a un plasma cargado que produce una emisión de radio de baja frecuencia.

    Para Cuando Collinson y su equipo identificaron esa señal, se dieron cuenta de que Parker había rozado la atmósfera superior de Venus, una sorpresa agradable, aunque que podrían haber esperado basándose en datos anteriores, dijo.

    Ionosfera

    Al igual que la Tierra, Venus cuenta con una capa de gas cargada eléctricamente en el borde superior de su atmósfera, llamada ionosfera. Este mar de gases cargados, o plasma, emite naturalmente ondas de radio que pueden ser detectadas por instrumentos como el FIELDS, uno de los instrumentos de Parker, llamado así por los campos eléctricos y magnéticos que mide en la atmósfera del Sol.

    Estos nuevos datos permitieron al equipo calcular la densidad de la atmósfera de Venus, algo imposible de hacer sin mediciones directas. La última vez que los científicos dispusieron de estos datos fue en 1992, cuando el Pioneer Venus Orbiter llegó al planeta. Las mediciones posteriores desde la Tierra sugirieron que la atmósfera superior de Venus sufría cambios significativos durante los períodos de mínimo solar, en los que acabamos de entrar unos meses antes del sobrevuelo. Parker confirma así que la ionosfera del planeta se adelgaza considerablemente cuando el Sol se vuelve menos activo.

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