La Mañana por Paulina

    Habitantes del borde costero de Iquique recibieron capacitación en manejo de huerto y compostaje

    El programa, apoyado por Teck Quebrada, duró 8 meses y tuvo 40 participantes de las caletas Chanavayita, Caramucho y Cáñamo.

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    Vecinos y vecinas de las caletas de Chanavayita, Caramucho y Cáñamo cerraron exitosamente el programa “En la huerta de mi casa”, luego de certificarse en técnicas de cultivos agroecológicos de hortalizas y compostaje, para aprender a implementar sus propias huertas domiciliarias.

    El programa, apoyado por Teck Quebrada Blanca,  concluyó con la entrega de un diploma a cada uno de los 40 participantes del Taller de Huertos y Vermicompostaje.

    “Teck Quebrada Blanca apoyó el programa ‘En la huerta de mi casa’, para promover la vida sana a través del cultivo de alimentos saludables en los hogares. El propósito es contribuir al bienestar social en las comunidades, a través de distintos programas que promuevan la autonomía y calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas” señaló Daniela Ibáñez, coordinadora de Comunidades de Teck Quebrada Blanca.

    Según explicó Pamela Pérez, directora ejecutiva de la Fundación Ecorayén,  “en los talleres los vecinos pudieron aprender lo importante que es tener una huerta en casa y cómo los alimentos son relevantes para sobrellevar esta crisis ambiental y económica que se vive en el país”. Agregó que  los residuos orgánicos son los que más se generan en el hogar y los participantes del programa aprendieron que con estos desechos se puede hacer tierra de hoja, para contar con una huerta en nuestra propia casa 

    Programa

    La implementación del programa estuvo a cargo de la Fundación Ecorayén, con la asesoría técnica de las monitoras a cargo, quienes acompañaron el proceso de cada participante y además les traspasaron conocimientos transversales en cultivos, como el manejo de plagas.

    Después de participar en una capacitación durante 8 meses, los vecinos aprendieron a cultivar diversos tipos de hortalizas para consumo familiar y para llevar una alimentación saludable.

    Otro componente del programa fue el reciclaje de residuos orgánicos, lo cual permitió sustentar las vermicomposteras, donde las lombrices fueron claves en el proceso de descomposición de estos residuos, para producción de abono para el huerto.

    Este programa contribuyó también a fortalecer los vínculos entre los participantes que compartieron sus experiencias sobre el cuidado de sus huertas, el intercambio de semillas y distintos aprendizajes durante el proyecto.

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